¿Qué haces cuando te duele la panza?

miércoles, 29 de noviembre de 2023

Te contamos sobre hábitos saludables y cuando puede ser necesario un medicamento

Por: QF. Ana Senatore y QF. Mauricio Mato

Las causas y síntomas son variados y a veces parecidos entre sí por eso queremos contarte algunas diferencias porque entendemos que afectan mucho más que tu panza! Interfieren en tus actividades cotidianas, alimentación, descanso, hábitos, horarios, rendimiento y energía.
El tratamiento efectivo de los síntomas implica una mejoría en la calidad de vida, y pueden modificarse tan solo con cambios en tus hábitos y en ocasiones medicamentos. Si los mismos persisten o son recurrentes es importante contar con un diagnóstico médico oportuno.

¡Veamos cómo determinar la necesidad de un medicamento, cómo elegirlo y cómo usarlo para que sea efectivo y seguro a la vez!


Para tomar un medicamento para un malestar gástrico

  1. Identificar síntoma o síntomas, ¿hace cuantos días? ¿Es recurrente?
  2. ¿Se conoce la causa?
  3. Mejorar todo lo posible los hábitos de alimentación, descanso y gestión del estrés.
  4. Elegir el medicamento apropiado para el tratamiento de los síntomas.
  5. Considerar otros medicamentos que uses, y situaciones particulares como edad avanzada, embarazo o patologías de base requerirán la indicación médica.
  6. Si los síntomas persisten por más de 5 días o empeoran, entonces volver a consultar.


¿Qué haces cuando tenes acidez?

Naturalmente nuestro sistema digestivo está preparado para procesar y absorber los alimentos y nutrientes sin dificultades, sin embargo puede suceder que se produzca un exceso de acidez o fallen los mecanismos naturales de protección rompiendo el equilibrio necesario para que no se produzcan daño ni lesiones. Entonces las consecuencias inmediatas se sienten, la acidez es una de las más frecuentes. Los síntomas que aparecen son de dolor o quemazón y cuando eso pasa, ¿qué te recomendamos?

Siempre tener presente las medidas no farmacológicas que son imprescindibles para el alivio de la acidez:

  • Comer lentamente, masticar bien, evitar comidas copiosas.
  • Disminuir todo lo posible alimentos irritantes: chocolate, cítricos, tomate, café, alimentos muy condimentados y con exceso de grasa.
  • Evitar consumo tabaco, alcohol, bebidas con cafeína y carbonatadas y alimentos fritos.
  • No realizar ejercicio inmediatamente luego de ingerir alimentos.
  • Cenar 2hs previo a acostarse.
  • Dormir con la cabecera levantada.
  • Disminuir el estrés cuanto se pueda.

En ocasiones puede ser necesario la incorporación de un medicamento, de todas maneras recuerda mantener siempre los cuidados anteriores.

Antiácidos

Son medicamentos que neutralizan el ácido clorhídrico contrarrestando el desequilibrio en nuestro sistema digestivo. Algunos de ellos son: las sales - bicarbonato, carbonato, fosfato o citrato - y los alcalinizantes - hidróxidos de Al y/o Mg-.
Las sales reaccionan de forma inmediata elevando el ph gástrico, pero su acción es corta en el tiempo. Se presentan en forma de medicamentos efervescentes. Pueden producir distensión, eructos y aumentar el reflujo ácido.
Los alcalinizantes son de reacción más lenta y efecto más prolongado en el tiempo. La duración del efecto depende del vaciamiento gástrico, en ayunas el efecto dura 20 minutos, mientras que ingeridos luego de una comida el efecto se mantiene unas 4 hs.
Es importante tener presente que estos medicamentos afectan la absorción de otros fármacos por variación del ph gástrico, o por unión con los metales por lo que se recomienda separar 2 hs la toma del antiácido de otros medicamentos.

Protectores mucosos


Estos medicamentos atenúan los efectos de la hipersecreción gástrica creando una capa protectora sobre la mucosa.
El sucralfato es el medicamento más conocido de este grupo, con acción en la misma pared gástrica formando una capa protectora y tiene casi nula absorción por lo que presenta pocos efectos adversos y autolimitados siendo los más comunes estreñimiento y más raramente diarrea o flatulencia. Debe tomarse con el estómago vacío, una hora antes de ingerir alimentos, y separado 2hs de la toma de otros medicamentos para evitar interacciones. Debe tenerse precaución en el uso en personas con insuficiencia renal.

Inhibidores de la secreción gástrica, mal llamados protectores gástricos.

Sus indicaciones son para el tratamiento de úlceras, del reflujo gastroesofágico, erradicación de la bacteria H. Pylori en asociación con antibióticos, y en pacientes de riesgo puede indicarse junto al uso de analgesicos-antiinflamatorios (ejemplos: ibuprofeno, diclofenac, ketoprofeno). Estos medicamentos no deberían ser utilizados para síntomas de acidez donde se busque efecto inmediato, ni tampoco como preventivos. No tienen una función protectora sobre la mucosa, ni sobre la función gástrica.
Existen dos grupos de medicamentos: los Inhibidores bomba de protones y los antagonistas de los receptores H2.
Del primer grupo son los conocidos omeprazol, esomeprazol, lansoprazol y pantoprazol. Estos actúan inhibiendo la acción de las bombas de protones que son las encargadas de la secreción ácida en el estómago, esto no es un efecto inmediato por tanto no sirve para tratar la acidez ya instalada, y a su vez su efecto dura de 3 a 4 días. La modificación en la acidez gástrica puede producir cambios en la absorción de otros fármacos y de nutrientes, este efecto se sostiene a lo largo del día e incluso 3 o 4 días luego de suspender el medicamento por tanto no alcanza solo con separar la toma de los otros medicamentos. Cuando son indispensables en tiempo prolongado es especialmente indispensable revisar tomas y posibles cambios en los efectos terapéuticos. En los medicamentos de este grupo su uso se ha vuelto muy habitual e incluso crónico, este uso no siempre es seguro y ha llevado a la aparición de efectos adversos como la hipomagnesemia, por la modificación del ph puede disminuir la absorción de vitamina B12, hierro y calcio tanto de la dieta como de suplementos nutricionales, aumento de incidencia de diarrea asociada a la bacteria Clostridium difficile, mayor riesgo de fractura ósea y mayor susceptibilidad a infecciones.

En tanto del segundo grupo son la ranitidina y la famotidina que actúan en la unión al receptor de histamina en la célula parietal para inhibir la secreción de ácido gástrico, disminuyendo así la acidez gástrica. Estos presentan interacciones con warfarina, teofilina, fenitoína, propranolol, labetalol, antidepresivos tricíclicos, algunas benzodiazepinas, sulfonilureas, metronidazol.


¿Qué haces cuando te duele la panza?

El espasmo gastrointestinal es una contracción anormal del músculo, que puede sentirse con dolor, se presenta como síntoma de variadas afecciones gástricas como por ejemplo el síndrome de intestino irritable.

Antiespasmódicos

Los antiespasmódicos pertenecen a un grupo de medicamentos que actúan sobre el músculo liso intestinal, previenen o interrumpen el “espasmo” o contracción dolorosa del mismo. Es importante que sepas que si estos medicamentos alteran de forma significativa el tránsito gástrico o la motilidad puede afectarse la disolución o absorción de otros fármacos y esto podría afectar el resultado terapéutico, así que cuando estés en tratamiento con otros medicamentos es importante revisar posibles interacciones.

Hay varios tipos de medicamentos en este grupo que se diferencian en su mecanismo de acción y en aspectos importantes en la seguridad para su uso.
Los agentes relajantes directos del músculo liso (mebeverina), que reducen el tono y el peristaltismo (contracciones musculares que ayudan a movilizar los alimentos en el tracto digestivo) aliviando el dolor intestinal sin afectar de forma sustancial la motilidad gastrointestinal.
Por otro lado están los agentes anticolinérgicos (butilbromuro de hioscina, hioscina), atenúan los espasmos o las contracciones en el intestino y, por tanto, tienen el potencial de reducir el dolor abdominal. De estos medicamentos son de consideración los posibles efectos adversos especialmente en personas de edad avanzada, frágiles o complejos y/o polimedicados, los mismos se producen a nivel periférico: sequedad de boca, ocular y cutánea, estreñimiento, retención urinaria, problemas para acomodar la visión, y a nivel central: afectación de la cognición, la funcionalidad, aumento del riesgo de caídas o demencia. Están contraindicados en pacientes con glaucoma.
Por último los agentes bloqueadores de los canales de calcio (bromuro de pinaverio) que son relajantes del músculo liso intestinal, al reducir el índice de motilidad, puede disminuir el reflejo gastrocólico y modificar el tiempo de tránsito colónico, lo que puede favorecer interacciones con otros medicamentos.

 ¿Qué otros malestares puedo tener?

La flatulencia es la distensión del aparato digestivo por acumulación excesiva de gases, causando molestias gástricas que aunque no son graves son muy incómodas para quien las sufre.
En el tratamiento siempre son imprescindibles las medidas no farmacológicas como la modificación en la alimentación evitando alimentos ricos en carbohidratos y grasas y bebidas carbonatadas. La realización de actividad física también ayuda en la prevención de la flatulencia. En ocasiones puede ser necesario recurrir a un medicamento, el de más extenso uso es la simeticona. Este medicamento actúa dispersando y previniendo la formación de burbujas de gases, y también favoreciendo su eliminación. La simeticona es una sustancia fisiológicamente inerte, y se elimina por las heces, sus efectos adversos pueden ser raramente el estreñimiento. En caso que los síntomas persisten más de diez días se recomienda consultar al médico.

Enzimas digestivas

Estas enzimas forman parte en la función digestiva que permite el metabolismo y absorción de los nutrientes provenientes de la alimentación, se secretan en la boca, el estómago, el intestino delgado (especialmente el duodeno), páncreas, hígado y vesícula biliar. Cuando las generadas por nuestro propio cuerpo no son suficientes para cumplir con la función, entonces puede recurrirse a la suplementación con enzimas digestivas (Creon 10000/25000, Pancreas).

El estreñimiento es una afección que le sucede a una parte importante de la población, su tratamiento requiere siempre poner en práctica medidas no farmacológicas y cuando sea necesario se recurrirá al uso de medicamentos. Las medidas no farmacológicas incluyen alimentos ricos en fibra - verduras, frutas, semillas, cereales integrales-, tomar suficiente agua sin gas, con suficiente nos referimos al doble de lo que naturalmente tomarías, y realizar ejercicio con regularidad. Aún cuando sea necesario el uso de un medicamento siempre será imprescindible mantener las medidas no farmacológicas que anteriormente describimos.

Laxantes

Este es el grupo de medicamentos para el tratamiento del estreñimiento, hay de tres tipos: formadores de bolo, osmóticos y estimulantes.
Los formadores de bolo (Plenum, Lisolax) actúan reteniendo líquido aumentando así la masa fecal lo que estimula el peristaltismo, demoran algunos días en hacer efecto por lo que no es adecuado para el alivio rápido de los síntomas de estreñimiento. Deben tomarse con abundante líquido, no hacerlo de noche y separarlo dos horas de la toma de otros medicamentos. Los efectos adversos son limitados y debidos a su propio accionar, pueden provocar flatulencia y distensión abdominal.
Los laxantes osmóticos (lactulosa) actúan reteniendo líquidos en el intestino por lo que es importante tomar suficiente líquido debes conocer que demora unos tres días en hacer efecto por lo que tampoco es adecuado para el alivio rápido de los síntomas. Puede producir calambres y distensión abdominal. En el uso de lactulosa deben tener precaución las personas con diabetes mellitus
Por último, los estimulantes (bisacodilo, picosulfato sódico, sen) favorecen la motilidad intestinal y evitan la reabsorción de líquidos y electrolitos. Se recomienda su administración en la noche, el efecto se produce entre las 6 - 12 hs, y se recomienda su uso a corto plazo únicamente salvo situaciones especiales. En cuanto a efectos adversos se pueden esperar calambres abdominales.

Debes saber que los laxantes no producen adicción, es un mito creer que eso sucede. Será importante no generar habituación al uso de un laxante para movilizar el intestino, sin haber incorporado medidas no farmacológicas.
De persistir el síntoma de estreñimiento es fundamental la consulta con el médico para determinar la causa, y valorar el tratamiento.

¿Cuánto afecta al estómago el uso de medicamentos?

Por último existe la creencia de que el uso de los medicamentos afecta el estómago, y que entonces siempre será necesario el uso de un medicamento utilizado como “protector” para prevenir o tratar esa consecuencia. Esto no es necesariamente así, los medicamentos que lesionan el tracto gastrointestinal son muy pocos y además en la mayoría de los casos no es clínicamente relevante. En las situaciones que sí es relevante es cuando existen una serie de factores de riesgo que lo vuelven susceptible o así mismo la interacción con otros fármacos determina el daño gástrico. Todo esto será evaluado por tu médico quien evaluará su pertinencia.

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